sábado, 28 de abril de 2012

Aguanto ...

Hablábamos tranquilamente. Me giro. Lloras. Aliviada de saber que no soy yo la causa.
Me explicas, te intento ayudar, pero realmente no sé como es la mejor forma, sin embargo lo hago lo mejor que sé. 
Desahógate. Lloras mucho. No se que hacer para evitarlo.
Te miro, lloras.  
No puedo aguantar. Te abrazo. Lloro a escondidas para que no me veas.
Te veo mal. No sé que hacer. 
Aguanto, aguanto, aguanto ...
Tengo que ayudarte.
Pero ... al verte mal, quiero llorar. No quiero que veas que estoy mal, te derrumbarías.
Aguanto, aguanto, aguanto ...
Te intento aliviar. No se si lo he hecho bien. Espero que si.
Aún así sigo aguantando, aguantando, aguantando ...
Te voy secando tus lágrimas una por una.
Te abrazo cada cinco minutos.
¿Sientes mis caricias?
Aguanto, aguanto, aguanto ...
Te digo que siempre estaré a tu lado.
Y lloras.
                                          
                                                   P.D: Espero que mi consuelo te haya servido. ¡teamo!
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario